- Área: 8000 ft²
- Año: 2019
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Fotografías:Will Boase, Bob Ditty
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Proveedores: Alex dot com painters and decorators, Buyala Trading Center, Jinja Marine Supplies, Roofings Lrd.
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Integrado al sistema de salud de la comunidad local de Kyabirwa, una aldea rural en Uganda, y vinculado al Hospital Mount Sinai de Nueva York, este proyecto se presenta como un prototipo para centros de atención quirúrgica ambulatorios, independientes y autosuficientes. El mismo se concibe como una instalación que puede ser replicable en áreas de escasos recursos, probando que es posible realizar cirugías en centros de bajo costo sin complicaciones, otorgándole una solución rápida a los cinco mil millones de habitantes del mundo que actualmente carecen de espacios para practicar operaciones quirúrgicas de manera segura y asequible.
El edificio se diseñó partiendo de la búsqueda de la simplicidad constructiva. Los materiales y los sistemas utilizados son mínimamente invasivos, aprovechando los insumos disponibles en la región y la mano de obra local. Las formas modulares simples en las que se basa la construcción hicieron posible el uso de mano de obra no especializada para construir el edificio. Todos los materiales y componentes técnicos del sistema son de fácil acceso en el área y poseen sencillos sistemas de mantenimiento. Los ladrillos de origen regional poseen patrones de densidades variables, formando pantallas que dejan pasar la luz y el aire a través de las sólidas paredes. Los revestimientos utilizados en el edificio (ladrillos y azulejos) se fabricaron con arcilla roja excavada directamente del suelo cercano a la obra, cocinándose en un horno local. En este proyecto, el ladrillo fue utilizado en base a su disponibilidad, su histórica presencia en el área y su potencial para favorecer a la economía local.
Los cultivos de plátano del sitio fueron una fuente de inspiración para la morfología del edificio. Las plantas, que recogen el sol y generan sombra en el suelo, fueron reinterpretadas por medio de paneles solares: los mismos fueron pensados como hojas de bananos, protegiendo y alimentando al sencillo centro quirúrgico de ladrillo modular que se encuentra debajo.
Estéticamente, se buscó establecer una relación entre proyecto y la arquitectura de su entorno circundante, incorporando a la vez elementos contemporáneos y únicos. Los cerámicos de arcilla roja que revisten el edificio mediante formas onduladas -que recuerdan al cercano Nilo Blanco- se formaron mediante moldes hechos a mano. Esta estructura de ladrillo, en combinación con el techo de paneles solares, es prueba de cómo las tecnologías modernas y vernáculas pueden trabajar en conjunto para mejorar la calidad de vida de una población.
Este proyecto le brinda a la población un servicio de atención quirúrgica ambulatoria a la que anteriormente no tenían acceso. El estudio cuidadoso de los sistemas y equipos básicos requeridos para cumplir con las funciones resultó en la eliminación de muchos sistemas redundantes, complejos y costosos que típicamente se encuentran en los hospitales urbanos de alta tecnología. Esta investigación, sumada a la simplificación de la construcción-apoyada en materiales locales- hicieron posible la materialización del centro, brindando servicios de salud rentables a zonas de bajo desarrollo.